Lo lamento, pero ya no te necesito… se que te llamé, se que no tienes tiempo y que tienes que atender pedidos en muchos otros lados… no me vengas con la excusa de las distancias, sabes bien que basta con que así lo desees para estar donde quieras.
Quédate así mismo, esperando sentado ese lejano día que por infantil quise acercar, quédate en las tristezas del mundo, quédate fuera de mi porque ahora no te necesito ni te quiero sentir. Me sentiste cerca?... si, esa era la idea… acogerte como lo hago con cada cosa que tomo seriamente. Que soy pendejo?... porque me arrepentí y te dejé esperando con las manos deseosas de un orfebre sobre la greda?... porque simplemente ahora tengo un motivo para no irme contigo?, no soy pendejo por pensar bien las cosas y por tomarle el gusto a cosas que nunca antes tuvieron sabor para mis labios.
Eres tan fácil que corres a los brazos de quien te los abre, lo disfrutas… ni siquiera es un trabajo para ti, es un hobbie. Aprecio tu venir presuroso, pero ahora es cuando prescindo de tus servicios milenarios.
Si me llevas, será porque te enviaron a buscarme y no porque yo quise llamarte.